El principio de mediocridad. O el «no somos nadie»

Edge.org es una revista científica electrónica que entre sus apartados sobresale «la pregunta del año«. Después se recogen todas las respuestas de toda clase de científicos y lo publican en un libro.

Así, sin querer, me encontré yo con el libro relativo a la pregunta del año 2011:  «¿Qué concepto científico podría venir a mejorar el instrumental cognitivo de las personas?» Y de esa pregunta salió el libro: Esto le hará más inteligente: Nuevos conceptos científicos para mejorar su forma de pensar.

Grandes científicos de todo el mundo y áreas, explicaban lo que para ellos era el concepto científico que toda persona debería conocer.

Captura 145 270x400 - El principio de mediocridad. O el "no somos nadie"
Esto le hará más inteligente.

La respuesta del biólogo P.Z.Myers de la Universidad de Minnesota me sorprendió bastante: «El principio de mediocridad»

El principio de mediocridad sostiene simplemente que no es usted especial. El universo no gira en torno a su persona; este planeta no cuenta con ningún privilegio singular; su país no es el resultado perfecto de una secuencia de designios divinos; su existencia no se debe al influjo de un sino orientador e intencional; y ese emparedado de atún que se ha comido en el almuerzo no forma parte de una conjura pensada para producirle una indigestión. La mayoría de las cosas que suceden en el mundo son simples consecuencias de las leyes naturales, leyes de carácter universal, puesto que se rigen en todas partes y atañen a la totalidad de lo existente, sin que haya excepciones especiales ni amplificaciones que redunden en su beneficio personal (y siendo además la diversidad de la intervención del azar). Todo cuanto usted, como ser humano, considera investido de una importancia cósmica es un accidente.

Yo, todo esto lo considero algo natural porque me considero una persona que basa sus ideas en lo que conozco y comprendo de la ciencia. Pero evidentemente hay quien no lo ve así.

Estaría muy bien que lo tuvieran en cuenta todos los sectores religiosos. Todos los que invariablemente sean de la religión que sean, se creen superiores al resto. Todos que ven en el ser humano la pieza escogida por un dios, despreciando de esa manera a cualquier otro animal de la naturaleza o incluso apartando a las mujeres de ese «estatus» superior.

También a los patriotas que desprecian a los que no son como ellos, creyéndose que son mejores que los demás. Con el claro ejemplo de Hitler y su genocidio. Nunca he entendido a la gente que dice que está orgulloso de ser de un país. Da igual cual sea. Para mí el orgullo es algo que se consigue al haber alcanzado una meta, no por una simple casualidad. El nacimiento en España, en Dinamarca o en Nigeria no es una opción, no es una elección. De todos los millones de espermatozoides, uno de ellos, tú, fecundaste el óvulo de tu madre. Y ya está. No hay ningún acto de orgullo en nacer aquí o allí.

Puedo entender el orgullo por haber conseguido sacarse una carrera, por haber encontrado un buen trabajo o por haber vencido al miedo y presentarte a esa chica a la que miras desde hace horas. Pero el orgullo sin esfuerzo para mí se llama arrogancia.

A veces va bien poner los pies en el suelo y reconocer esa mediocridad. Saber que no somos nadie. Somos animales con un avanzado estado de conciencia que ha sido capaz de crear unos sentimientos que se ven recompensados a través de las relaciones sociales. Somos capaces de lo mejor y de lo peor, pero animales al fin y al cabo.

Pero no todo tiene que parecer triste. La vida, tal y como la conocemos, sigue aquí y debemos aprovecharla. Si hay oportunidades hay que ir a por ellas y no por el simple hecho de reconocer que no eres especial tienes que sentirte abatido. Eso te pone a la misma altura que el resto de tu especie, pero con tus propias particularidades derivadas de los genes y del entorno social. Así pues, no dejas de ser único en tu especie. Eres igual… pero distinto.

Seguridad básica en Internet y contraseñas seguras.

Una de las cosas con las que más tenemos que ir con cuidado es con las contraseñas.

Mi hermanita la pobre es una de las que se olvida constantemente de las contraseñas, y el otro día mi amiga Cris tuvo un caso paranormal en su facebook, enviando invitaciones de una tienda con sede en Australia… Personalmente no pienso que esto último sea cuestión de haber reventado la contraseña, pero aún así voy a dar unos cuantos consejos que al menos a mí me van de maravilla.

Se basa en unos sencillos  pasos.

1-Ser precavido.

Uno de los fallos más frecuentes es utilizar una única contraseña para multitud de cuentas. La misma contraseña para el facebook, para el correo, para webs que no son muy seguras… Y en estas últimas es donde suele haber problemas.

Eso, y los exploits y ahora más conocidos y extendidos como phising. El exploit para los profanos en la materia es una página a la que sueles ir redireccionado de otra página que simula ser la página oficial de facebook, hotmail, etc… pero que no lo son. Entonces introduces tus datos pensando que es la página original y lo que haces es enviar tu nombre de usuario y contraseña al creador del exploit. Es una cosa terriblemente fácil de hacer, ya que muchos no se fijan en la barra de direcciones.

Luego derivó en el phising, que va un paso más allá y suele venir en forma de correo electrónico, haciéndote creer que son entidades bancarias diciendo que como medida de seguridad necesitan hacer una comprobación de datos. Afortunadamente el phising se está controlando bastante, ya que se suele anular pronto. Mientras que en los exploits se acercaban mediante servicios que utilizaba mucha gente, en el phising a la hora de adivinar tu banco es más complicado. Además, al venir por correo electrónico puedes denunciarlo inmediatamente y suele tener numerosas faltas de ortografía, como si lo hubiese traducido Google. A mí me llegó uno del BBVA, entidad en la que no tengo ni cuenta, con un español terrible y que denuncié por Gmail como phising. Si os pasa no os cortéis y hacerlo. Vosotros quizá no piquéis, pero alguien más ingenuo o con menos experiencia puede caer fácilmente. Alertando que es un phising pueden dar de baja la página de manera muy rápida e incluso meterla en el saco de Spam con lo que habría menos víctimas.

Siempre, repito, siempre, hay que mirar que la página donde se escriben los datos sea una página segura y esté encriptada. Es decir que no sea http://, si no https://. La «s» de secure significa que los datos están encriptados y suelen venir acompañada de un candado. Os dejo los cinco navegadores que suelo utilizar con un amarillo resaltado en lo que os tenéis que fijar:

Navegadores 650x465 - Seguridad básica en Internet y contraseñas seguras.

Y aquí con certificado de identidad verificado. No es más que una comprobación diciendo que la  empresa es quien dice ser. Suele venir coloreado o con la empresa verificada resaltada.

Navegadores 2 650x465 - Seguridad básica en Internet y contraseñas seguras.

La diferencia básicamente está en el precio y la confianza. El protocolo https (Hypertext Transfer Protocol Secure) ya puede tener de por sí una encriptación de 2048 bits, prácticamente indestructible. Pero el certificado digital (más caro) además te dice — ¡Si, soy yo de verdad! —. Es una cuestión de confianza.

Si por cualquier motivo os piden de nuevo la contraseña en algún sitio que soléis frecuentar dudar. Puede ser que se haya hecho limpieza en el navegador de las cookies, pero dudar siempre. A no ser que hagáis lo que os aconsejo y es usar un gestor de contraseñas, que lo explico en el paso 3.

2-Las direcciones acortadas.

Hoy en día cada vez se usan más. A raíz de twitter, los acortadores de direcciones se han popularizado mucho. Yo soy el primero en usarlos. Con un click en una extensión del navegador abrevias una dirección interminable como https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10204140483207881&set=pb.1099886060.-2207520000.1415096873.&type=3&theater en esto más elegante: http://on.fb.me/1tWbZ1m

El problema es que entre el cinco y el diez por ciento de esos enlaces te dirigen a páginas fraudulentas.

Así que usar el sentido común. Si el enlace acortado es de un amigo o en twitter de algún medio serio como un medio de comunicación o una persona conocida no suele haber problema. Pero si estás en los comentarios del Marca (no pongo enlace por ser medio AEDE) y ves un comentario diciendo «mira las tetas que tiene mi prima en bit.ly/ashdjahsadad o similar…» vamos, ni lo dudes, no piques.

Pero si aún así tienes la duda en alguna ocasión, usa LongURL. Te dirá donde te lleva el enlace y una breve descripción. Hay varios que hacen lo mismo, pero LongURL reconoce más de 300 abreviaturas de URL.

Captura 049 650x577 - Seguridad básica en Internet y contraseñas seguras.Captura 051 650x383 - Seguridad básica en Internet y contraseñas seguras.

3-Gestor de contraseñas

De la cantidad de páginas que visito desconozco por completo la contraseña. Utilizo un gestor de contraseña, en concreto Lastpass, que funciona con todos los navegadores. Otra opción es 1Password Efficient Password Manager Pro, pero yo me declino sin duda por Lastpass.

Únicamente recuerdo tres contraseñas robustas, que explico como crear en el paso 4, y que son las que más suelo utilizar en otro equipo que no sea el mío: La contraseña maestra de Lastpass (para acceder y poder saber cualquier contraseña tuya desde otro ordenador desde su web), la de Gmail y la de Facebook. Las tres distintas y seguras.

Lastpass se instala como cualquier extensión, y una vez instalada y registrado ya te puedes olvidar de las contraseñas. Lo mejor es que las cree el propio programa. Al rellenar cualquier formulario en el campo de la contraseña ya suele aparecer un icono, si no aparece botón derecho/Lastpass/Generar contraseña segura.

Captura 052 - Seguridad básica en Internet y contraseñas seguras.

Recomiendo utilizar un gestor en vez del propio gestor de contraseñas del navegador. Son más seguros.

De esta manera cada página que visites tendrá su propia contraseña y se rellenará automáticamente sin tener que preocuparte de que si te descubren una contraseña te revienten todas tus cuentas.

El programa además cuenta con notas seguras, en las que puedes poner tarjetas de crédito, fotos o cualquier archivo que desees proteger.

4-Crear contraseñas seguras.

Como he dicho antes algunas páginas que puedes frecuentar en otros equipos deben tener contraseñas seguras que puedas memorizar. Si tu ordenador es de sobremesa puedes hacer que LastPass se active sin necesidad de poner la contraseña, pero si es portátil evidentemente no es nada recomendable.

Para crear contraseñas yo utilizo un patrón. Necesito una frase, un número de cuatro o cinco dígitos y el número del patrón.

Por ejemplo voy a utilizar como frase una que me encanta de la canción Beatiful Boy de John Lennon: «La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes»

Como número podría utilizar un número de teléfono, de DNI o fecha de nacimiento. En mi caso voy a usar esto último: 02101977 (2 de octubre el 1977)

Y por último el patrón. Puede ser de dos, tres o hasta cuatro números. El primero será el salto de letra, el segundo las mayúsculas, el tercero el número y el cuarto podría ser algún símbolo como (*¿!;¨{…). En mi caso prescindiré de este último y lo haré de tres. 3-4-3

Empezamos con las letras: patrón de 3.

La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes

Y tenemos:

lieqtzciditseeshetas

Y vamos con las mayúsculas: patrón de 4.

LieqTzciDitsEeshEtas

y por último los números: patrón de 3. Aquí en vez de seleccionar, agregamos, por eso parece que el patrón sea igual que el anterior.

Lie0qTz2ciD1its0Ees1hEt9as

Con lo que nos quedaría configurada nuestra contraseña segura: Lie0qTz2ciD1its0Ees1hEt9as 26 caracteres, mezclando mayúsculas, minúsculas y números.

Quizá me haya pasado un pelín, pero el tema es que cojáis la idea. Con un patrón, una frase y unos números se pueden crear contraseñas robustas. De 10 a 14 caracteres ya suele estar bien. Algo así: Lie0qTz2ciD1.Y aunque os parezca difícil, después de repetirlas unas cuantas veces se acaban por memorizar. Al principio tener un papel al lado para escribirlas, pero luego intentar prescindir de él. Y a las malas, siempre podrás recuperar la contraseña en cualquier parte con un bolígrafo y un papel.

Y por favor, no hagáis esto 🙂

Limpiando el teclado

Hay maneras extrañas de pasar la tarde. Ayer no sé por qué exactamente me puse a limpiar y recoger un poco el salón «Más conocido cómo mi cuartel general», y cuando ya estaba finalizando vi una cosa que me dio penita. Bueno, entre penita y asco. Pasé de hacerme la pregunta filosófica que nos hacemos todos los que pasamos muchas horas delante de la pantalla… «¿Hay vida detrás del teclado?» a una un poco menos filosófica «¿Habrá vida DENTRO de este teclado?»

Creo que es algo que hay que hacer al menos una vez en la vida. Nunca llevarlo a un servicio técnico, porque si lo hacen con el cariño que lo he hecho yo por lo que te cobran te sale para cinco teclados.

De hecho creo que había hasta ceniza de tabaco «y hace más de 10 años que dejé de fumar» y hasta alguna comida «con gluten», que ya es raro…

Después de ver las fotos me he dado cuenta que la cámara del móvil se me ha vuelto a escacharrar… Pero vamos, me alegro, así no podéis ver la cantidad de mierda que tenía el teclado.

Y así me pegué tres horas de la noche del sábado limpiando teclas… Cómo han perdido mis noches de sábado.

Menos mal que le hice fotos a la disposición de todas las teclas. Aun así tuve un pequeño percance con un tecla que quería entrar en un agujero que no era. Seguro que a todos nos ha pasado.. ¿no? 😉